Aprovechando que este nuevo curso contamos con más metros en mi nuevo aula, hemos podido montar nuevos rincones.
El rincón estrella para este curso es el rincón de la calma. Allí niños y niñas, y si le apuras el maestro, pueden tomarse un tiempo para recuperar la calma en caso de exceso de nerviosismo, necesidad de recuperar la calma… Situado en la última esquina del aula, cuenta con una colchoneta y cojín por si quieren tumbarse, o bien una silla giratoria y con reposaderas acolchadas, cómoda y de cara a una mesa con tablón de medidas para recuperar la calma y la tranquilidad. Además, cuenta con nuestro pequeño jardín.
Además está flanqueada por la biblioteca de aula, si lo necesitan pueden leer. De hecho, también es un rincón de lectura.
También está decorada con una gran sonrisa y con un árbol de mandalas que pueden servir de inspiración a esa meditación.
Nuestro clásico monstruo tragapenas está a mano por si necesitan darle algún mensaje por algo que les ocurra y prefieran decirlo por escrito.
Otro rincón importante es el de los turnos de conversación. Éste nos permite incidir en los turnos de habla y escucha. Dos sillas representan cada rol junto a un gran icono bien de una oreja o una boca.
Además, tiene al lado nuestro semáforo del comportamiento. Después de hablar ellos mismos deciden si el problema merece alguna actividad de compensación.
Aunque ya aparecía en mi ‘post’ anterior sobre mi aula, ampliamos espacios para nuestro rincón TIC y de investigación.
Todo con los recursos austeros de un centro público e inversión 0, pero con imaginación se pueden hacer grandes cambios. Eso sí, necesitamos espacio, este año tengo 3 metros más de aula, pues aprovechados están.